Este abogado madrileño lleva un mes y medio en su nueva etapa como socio, al frente del área penal de Chávarri Abogados. Ahora dirige un equipo de 7 personas de perfil joven en un despacho integrado por casi 200 profesionales en el que el “compliance” [cumplimiento normativo penal] es el eje.
“Aquí el tipo de cliente es diferente -explica- y supone un reto profesional en la medida que me va a permitir desarrollar el ‘compliance’ [cumplimiento normativo penal] que, en mi despacho, Tuero Sánchez, al ser tan especializado y pequeño, con un enfoque tan en la práctica judicial, no se hacía”.
Poder hacer ‘compliance’ “es una de las cuestiones que me hizo tomar la decisión final”.
Un cambio importante en su trayectoria profesional si tenemos en cuenta que viene de ejercer más de 15 años en su propio despacho, Tuero Sánchez Abogados, el mismo que fundaron sus padres en 1981, cuando llegaron a Madrid procedentes de Barcelona. Un bufete pequeño pero extraordinariamente dinámico.
Entre medias, ‘Tono’ Tuero, que le dicen los queridos, tuvo un papel destacado en el Colegio de Abogados de Madrid como presidente de la Sección de abogados penalistas y se asomó a la política institucional como integrante de la candidatura de Javier Íscar a las elecciones de decano de la corporación madrileña.
Precisamente durante la campaña fue cuando conoció a José Ramón Couso, consejero delegado de Chávarri Abogados, quien, tras ver la madera de la que estaba hecho, le hizo una oferta a la que no pudo resistirse.
Un sueño hecho realidad que, además, le permitía mantener abierto Tuero Sánchez Abogados.
Exclusividad sin perder los orígenes
Porque esa era una de las condiciones que siempre había puesto, cuando otros despachos antes le “tiraron los tejos”, que su bufete familiar siga funcionando, con personas de confianza suyas y de su familia, aunque sin ninguna relación con él.
Este nuevo reto profesional me permite “que mi despacho, el que fundaron mis padres, continúe abierto aunque enfocado en otra área, que es la de Derecho de Familia, ahora con Alexia Aivar al frente”.
“Yo no quería cerrarlo. Bajo ninguna circunstancia”, confiesa.
“¿Que qué piensan mis padres? Están encantados. Saben que mi incorporación a Chávarri Abogados colma mis aspiraciones profesionales y que la continuidad de su bufete, Tuero Sánchez Abogados, está garantizada. Bajo ninguna circunstancia quería dar por cerrado el despacho que mis padres levantaron con mucho esfuerzo. Es mi referente y mi origen; donde me hice”, explica.
“Tono” Tuero aprecia mucho ese plus de sensibilidad que Chávarri Abogados ha tenido sobre este asunto.
“Supieron, desde el comienzo de nuestras negociaciones, lo que nuestro bufete representa para la familia Tuero Sánchez. Ahí está contenida toda nuestra historia”, cuenta.